Sobre nosotros

La historia de Antigüedades Lola Ortega se remonta a los años veinte del pasado siglo, cuando nuestro abuelo comienza a introducir antigüedades en su establecimiento de la calle Cruz Verde, de Sevilla. Por entonces aún se dedicaba a la fabricación y venta de faroles, negocio que había instaurado su padre, nuestro bisabuelo, pero que pronto cambiaría Manuel Ortega Gómez (nuestro abuelo) por el de las antigüedades.

Durante la Exposición Iberoamericana que tuvo lugar en Sevilla en el año 1929, surtió de faroles a varios edificios o pabellones, pero al mismo tiempo nuestro abuelo abrió una tienda de antigüedades en la Plaza Virgen de los Reyes, frente a la Catedral, sin embargo al término del evento volvió a la calle Cruz Verde, alternando su dedicación a las antigüedades con la fabricación y venta de faroles de estilo antiguo, cuya fábrica tenía su padre (nuestro bisabuelo) en la calle Feria. Pero la guerra civil trastocó la evolución natural de la ciudad y nuestro abuelo se quedó sin la fábrica de su familia. A partir de ese momento centraría todos sus esfuerzos en levantar el negocio de las antigüedades y para ello fue fundamental el empeño en que sus tres hijos estudiaran y se preparasen para un mundo que intuía iba a ser muy diferente… En los años de postguerra nuestra madre, Lola Ortega, adquirió una formación excelente para cualquier mujer de su época. Se especializó en idiomas, Inglés, Francés y Alemán, aunque no terminó ahí su formación puesto que fue una ávida y selectiva lectora hasta el final de su vida.

Pocos años después cierra el comercio de la calle Cruz Verde y se traslada a la antigua calle Jose Antonio nº5 (hoy Avenida de la Constitución). Pero gravemente enfermo de diabetes fallece Manuel Ortega y su viuda, Lola Mellado, se hace cargo de la tienda, y sus tres hijos, Manuel, Lola y Julio, ayudan a su madre a levantar el negocio.

En los años 60 se derriba el edificio y mientras se construye el nuevo trasladan la tienda a la acera de enfrente durante un año. Una vez edificado el nuevo local lo inauguran respetando el nombre original que puso Manuel Ortega: Antigüedades Ortega.

Allí permanece nuestra madre hasta que en el año 1975 se idependiza del negocio familiar y adquiere un local en la cercana y espectacular Plaza del Cabildo, donde se traslada con nuestro padre, Antonio Morales Gallardo, allí los dos trabajan sin descanso y viajan con frecuencia a Francia.

Tras el fallecimiento de ambos nosotros seguimos administrando el negocio familiar manteniendo la misma línea que ellos tuvieron, si bien adecuándola a los nuevos tiempos.

Para nosotros es fundamental que el cliente tenga confianza y quede satisfecho, no en vano dedicamos la mayor parte del tiempo en buscar, comprar, rescatar del olvido y abandono pinturas y objetos que cuidamos y restauramos si es necesario, con el fin de presentarlos debidamente adecentados a la clientela. Para ello contamos con la experiencia y con los conocimientos adquiridos puestos al servicio de nuestro trabajo de catalogación, tasación, etc… No en vano aprendimos de nuestros padres que una de las mayores satisfacciones radica en que el cliente confíe en nosotros y quede plenamente satisfecho en cada transacción.